El Reino Unido ha sido, es y será una fuente inagotable de talentos musicales. En algunos casos perduran en el tiempo, en otros se quedan en bandas o cantantes pasajeros que claudican ante los pies de la audiencia por falta de calidad, creatividad o por una simple mala gestión de sus mentes y talento. Y no todo es Londres, Manchester, Birmingham o Bristol, el talento también nace y surge en pequeños lugares de la vieja Bretaña.
Jack Garratt es uno de esos nuevos valores a seguir. Nacido en Little Chalfont, Buckinghamshire, con 12 años escribía canciones durante los recreos, tiempo después fue finalista de un certamen musical a nivel nacional y unos años mas tarde la BBC lo erige como uno de los artistas a “explotar” en el inminente futuro.
Garratt, de rizos eternos y barba rojiza, multiinstrumentista (guitarra, bajo, teclados, trombón o mandolina), comienza a hacerse hueco en la escena local; Zane Lowe lo incluyó en sus 15 del 2015 y otros medios hablan de él como el nuevo James Blake o Jamie Woon. Su bass heavy ballad-tronica ha conseguido atrapar a un séquito de fieles que hacen que sus shows en Londres sean un sold out casi instantáneo.
Un EP titulado Remnant fue su puesta de largo. Singles como “Worry” , “I couldn´t want you anyway” o “The love you´re given” han aportado luz y dejado ver lo que puede ser algo mas que otra promesa de efecto gaseoso. Tras ese aperitivo musical le han seguido varios remixes y otro EP, Synesthesiac, del que el single «Chemical» apunta a convertirse en un track muy pinchado durante la temporada festivalera en ciernes.
Y es que el año pasado, se vio, escuchó y sintió, desde una pequeña carpa cercana al main stage del Calling Festival que esperaba la actuación de Stevie Wonder, un ente de naturaleza sonora que iba a dar de qué hablar. Aún es pronto, pero todo apunta a que nuestro protagonista ha enfilado un largo camino con intención de llegar al final. Como siempre, queda en los oídos, demás sentidos y en nuestro acierto al elegir los canales de sintonía adecuados, el discernir entre el hype y lo real. Mientras tanto, sin pensar mucho en el futuro, disfrutemos de las vibraciones del inspirado Jack.
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